domingo, 9 de septiembre de 2007

Rorschach y los 80’


En una de esas conversaciones post-catedráticas, le comento al profesor de la catedra de psicodiagnóstico que tengo un amigo (el cuál, dejando de lado todo tipo de farsas y engaños, se trata de mí) que en la lamina VIII del test de Rorschach (si, el de las manchas) “vé” un hombre mosca en posición © (invertida). El hombre mosca, con la explicación adecuada, esta muy bien visto, pero me responde que un hombre mosca no tiene referente en la realidad, por lo cuál verlo implica juicio de realidad alterado, o, cuando menos, “tendencia al fantaseo”. Me dice que la posibilidad de considerarlo como una apetecida F+ (es decir, que sea considerada una imagen bien vista) es que tenga referente en alguna historia o película en particular, y contrario a lo que se podria pensar, mi hombre mosca no guarda mayor relación con el hombre mosca de la película “La Mosca” (posteriormente me di cuanta que si guarda mucha relación con el hombre mosca de “Teenage Mutant Ninja Turtles IV: Turtles In Time”, pero ese no es el punto).

Ahora, mi gran cuestionamiento comienza cuando pienso, ¿que pasa con todos aquellos que nos criamos con el Hollywood de los años 80, en donde los hombres moscas o cosas por el estilo eran absolutamente normales?. O sea, no es que en las películas de hoy en día no pasen ese tipo de cosas sobrenaturales, pero en ahora en las películas todo tiene una base cientifica (o al menos un intento de), de tal forma que lo aterrizan a nuestro mundo. Incluso para justificar el hecho de que una raza extraterrestre sea aniquilada con “Head & Shoulders” hay toda una explicación cientifica a la base de cómo afecta el silicio a su sistema nervioso y esa clase de estupideces. En los años 80 por el contrario, para que una hormiga, mosca, o en su defecto, un camion o simplemente una maquina de cortar pasto, se volviesen mutantes asesinos, tan solo bastaba la exposición a algun extraño químico de composición y origen desconocido. Bastaba con que una mosca pasase por el teletransporatdor equivocado en el momento equivocado y listo, tenias tu mosca mutante asesina instantanea. Para que un peligroso asesino de menores volviese de su tumba, bastaba solo con que este tuviese un fuertisimo deseo de venganza.

Ante esta lógica, es fácil que nuestro juicio de realidad se viese algo alterado, a lo menos en el sentido en que mide el Rorschach, ya que al encontrarnos con algun extraño ser mitad hombre mitad animal en alguna de las laminas del mencionado test, nuestra mentalidad ochentera no se siente en la necesidad de aterrizar estos fenómenos a algo mas “real”, y si nos interrogasen acerca del origen de este ser, probablemente dariamos alguna respuesta tipo “mmm…no lo se… seguramente le habrá caído algun químico …” .
Cerrando esta breve reflexión, creo que es importantisimo tener todo esto en cuenta al revisar cualquier protocolo de alguien criado en los 80, y antes de evaluar “juicio de realidad” y/o “tendencias al fantaseo”, sería importante tener en consideración los factores culturales anteriormente mencionados.