viernes, 18 de mayo de 2007

La crianza del adolescente: hacia una irresponsabilidad responsable.

Conversando con una compañera de psicología acerca de unos asuntos personales (en lo que yo llamaría una “Reunión clínica de pasillo”), ella en un momento dado me comenta - “es que lo que hiciste no es algo esperable de alguien de tu edad, ya no estas en cuarto ni en quinto año, estás en ultimo año de psicología, haciendo tu práctica y tu memoria, ya no deberías andar haciendo ese tipo de cosas”-.

Reflexionando esta frase, me puse a pensar en cuantas veces cada uno de nosotros habrá oído algo similar en el transcurso de nuestras vidas. Nuestros padres y profesores (tanto de colegio como de universidad) se han regocijado históricamente repitiendo ese tipo de cosas cada vez que les ha sido posible; “que ya no están en la básica para andar haciendo eso…”, “que ya estás en cuarto medio…”, “que ya no estás en el colegio”, y una larga lista de etcéteras. Este tipo de frases más que aclarar la situación muchas veces nos dejaba confusos y sintiéndonos culpables por no haber deducido de antemano que eso no era lo que se esperaba de nosotros.

Pero me pregunto yo, ¿no hubiese sido mejor si en vez de haberse enfocado en lo que no podíamos hacer se hubiesen enfocado en lo que sí podemos hacer?. Me explico, podrían por ejemplo habernos dicho - “hijo, considerando el hecho de que aún estás en cuarto medio, es tolerable, e incluso esperable que cometas la siguiente lista de irresponsabilidades, ante las cuales no habrá sanción alguna”. Luego, al año siguiente bastaría tan solo con decir - “hijo, considerando el hecho de que ya no estás en cuarto medio, no podrás seguir cometiendo las siguientes irresponsabilidades (so pena de alguna sanción previamente establecida). Sin embargo, ya que aún no estás en segundo año de tu carrera, siéntete en la absoluta libertad de seguir cometiendo el resto de las irresponsabilidades de la lista”. Eventualmente, en caso de un padre estricto este podría incluso haber agregado alguna restricción del tipo - “las irresponsabilidades Nº 7, 8 y 23 de la lista, solo podrán ser llevadas a cabo un máximo de 2 veces por semestre”.

Creo que este método, al cuál por ahora llamaré “Irresponsabilidad Responsable”, estimularía una comunicación mas abierta entre los padres y el adolescente (algunos afirman que hoy en día la adolescencia llega aproximadamente hasta los 25 años), y haría que este ultimo se sintiera menos ansioso ante la inexpugnable tarea de descifrar lo que su entorno adulto espera o no espera de él. Sería también, una manera de que el adolescente, en su proceso de transición hacia su yo-adulto, vaya administrando de manera responsable su cuota de irresponsabilidad anual, pudiendo también asumir progresivamente y con conocimiento de causa, todas aquellas consecuencias derivadas una cuota excesiva de irresponsabilidad en relación a lo esperable de la edad.

Por ultimo, esta comunicación abierta nos habría dado la posibilidad de hacer muchas cosas que tan solo al año siguiente nos enteramos de que hubiese sido aceptables realizarlas en esos momentos….es más, en estos mismos momentos podriamos estar perdiendo la oportunidad de hacer algo que el proximo año probablemente….”ya no estemos en edad de hacerlo”.